Martius Curran, comisario de la exposición y co-productor de la galardonada serie "Un día en la Historia", agradeció durante la jornada de inauguración el gran apoyo logístico de Aevum. "Teodorus Newman es un apasionado de la pintura. Su colección de obras perdidas es antológica y vio con buenos ojos nuestra propuesta de contratar pintores y escultores del pasado para que homenajearan a sus compañeros de profesión".
Cada cuadro fue pintado en el pasado con la condición de que no se mostrarían al público hasta pasados cientos de años pero no todos aceptaron fácilmente. "En algunos casos tuvimos que aportar grandes cantidades de dinero, vino o mujeres para que pintaran y otros artistas como Michelangelo se negaron en rotundo a pintar o esculpir obras de otros" recordó Curran durante la inauguración de la exposición. "Irónicamente el que creíamos que daría más problemas, Van Gogh, fue el más fácil de convencer, le encantaba pintar". Sólo el estudio de Rafael rompió el contrato que prohibía mostrar sus obras, provocando que una de ellas pasara a la Historia de forma descontextualizada.
Obras de arte doblemente históricas
La escultura "el grito", de Rodin, es una auténtica obra de arte en sí misma a pesar de su reducido tamaño y la serie de cuadros "El bombardeo de Gernika durante las tres etapas mentales del Hombre moderno", de Salvador Dalí, son tan enigmáticos y misteriosos como tenebrosos. Picasso reinterpreta "la última cena" restando colorido pero añadiendo capas metafóricas de gran calado filosófico y el gigantesco "Los fusilamientos del tres de mayo" de Mucha ofrece una ventana al pasado tan cristalina que estremece. Michelangelo es doblemente homenajeado por Rafael y Bernini, el primero con una recreación de parte de la Capilla Sixtina y el segundo con una versión libre de su David que también incorpora al gigante Goliat.
Pero la estrella absoluta de la exposición es el llamado "pasillo de las sonrisas", espacio que alberga veinte recreaciones de la Gioconda de Da Vinci pintadas por artistas como Rafael, Van Gogh, Renoir, Manet o Cézanne y con los que admirar sus diferentes estilos y técnicas para enfrentarse a una misma modelo. Curran no desea que se desvele qué obra recrea el maestro Da Vinci pero es un cuadro que provoca en los visitantes una profunda impresión, sobre todo los que lo contemplan de noche.
"La mirada del artista" podrá verse en el Museum of Arts and Sciences (MAC) de Guernsey hasta marzo del próximo año, momento en el que se embarcará en un tour por los principales museos del Continente. El precio de la entrada incluye el acceso a todo el museo y de forma excepcional las entradas deben reservarse con antelación en ésta web.
